El mundo fue mundo mucho tiempo antes del internet y todo funcionaba. Tal parece que ahora la tecnología nos atrapa y no nos deja avanzar.
Dependiendo el caso, lo utilizamos como excusa o medio para hacer o no nuestro trabajo. Pero recuerda que, antes de internet la gente también trabajaba, se mantenía informado y hacía planes.
Qué irónico que ahora cuando tenemos más acceso a la información, decidamos no usar eficientemente estas herramientas para beneficio propio y de nuestras organizaciones.
«No tengo internet, no me enviaron el correo, no me enteré, no me avisaste, no vi el whatsapp», parecen ser las salidas más recurrentes para demostrar la falta de interés. Y yo me pregunto, cuando no existían estos recursos, ¿por qué las cosas sí funcionaban?
Hemos perdido la capacidad de planeación y organización, olvidamos hacer uso de la agenda física, evitamos las llamadas telefónicas y ahora nos quitaron las reuniones en donde, por lo menos, se podía debatir algún tema y exponer nuestros puntos de vista.
Tal parece que vamos derecho a convertirnos en autómatas, que no piensan, no cuestionan, sólo teclean detrás de una pantalla todo el día.
Y, ¿por qué te cuento todo esto? Porque últimamente escucho muchas excusas de la gente para no hacer las cosas que debe hacer y para lo cual están devengando un salario… «no tengo tiempo, no hay presupuesto, debe enviar un correo o agendar un turno, sólo atendemos con reserva, etc.»
Acaso somos máquinas? Dónde ha quedado el, «sí con mucho gusto, cómo puedo servirle, estaré al pendiente de su solicitud, no se preocupe lo solucionaremos, es un placer atenderlo, gracias por su retroalimentación nos ayuda a ser mejores». Todo aquello se ha perdido, detrás de un teclado.
Lo más preocupante de esta situación, es que a la gran mayoría de las personas parece no importarles. Ya han sido condicionados por el sistema a actuar así, haciendo caso y cuestionando poco.
La pregunta ahora es, ¿qué pasará en el futuro inmediato con todas las demás restricciones, las cuales hemos sido obligados a acatar y que se están volviendo permanentes? Piénsalo por favor.
Recuerdo que en un principio Facebook nació como una red para conectar con amigos y familia; sin embargo, hoy me siento más lejos de todos ellos. Así que la propuesta de valor, ya no se cumple, ahora esta red se ha convertido en una registradora de bases de datos para comercializar de todo.
Así como perdió el propósito esta red, creo que muchos han perdido también el propósito de sus vidas y sobretodo de sus trabajos. Si esto que escribo, te ha resonado en algo, es momento de que tomes acción y emprendas un nuevo plan de acción, rutinas y metas, que te permitan conectar con el mundo e inspirar a otros.
Si te has preguntado, cómo funcionaba el mundo antes del internet te diré que, a veces mucho mejor. Por eso despierta que, sí podemos hacer las cosas diferentes, sí podemos amar lo que hacemos y ser felices. No caigamos en la rutina y el adoctrinamiento actuales, que nos roban la energía y la alegría.
📩 Si necesitas asesoría para desarrollar tu marca personal o servicios de marketing para tu negocio no dudes en contactarme, WAPP: 305 244543, correo: contacto@milenamendoza.com y visita mi página web: www.milenamendoza.com
Si esta información fue útil, dale like, comenta y comparte para que llegue a más personas.
Milena Mendoza
Pensando en Voz Alta
20 de julio de 2021
Barranquilla-Colombia