Y aquí vuelvo yo a pensar en voz alta, para decir todo aquello que me da vueltas en la cabeza y a veces me quiere explotar.
Como ya les conté, me mudé nuevamente a Barranquilla, la ciudad donde nací. Sin embargo, aún no siento que he dado el gran salto, estoy en la casa de mis padres, esperando a mi esposo con la mudanza.
Mientras tanto, me estoy adaptando nuevamente al clima (calor nivel Dios) y batallando con mis emociones, mientras atiendo yo sola las necesidades de mi bebé.
Honestamente, me he sentido frustrada muchas veces. El tiempo se me pasa volando y siento que no estoy haciendo nada. Sin embargo, me acuesto todos los días tarde y agotada de todos los quehaceres y actividades del día.
No sé quién nos metió en la cabeza a la mayoría de mujeres que debemos hacerlo todo solas? En qué momento nos entregaron esos superpoderes y nos creímos que podemos resolverlo todo sin ayuda?
Estoy cansada de este papel de ‘madre responsable’, que muchas veces no sabe qué hacer, porque realmente no expresa lo que quiere. O depronto sí lo sabemos, pero no nos atrevemos a ir por ello.
Este año ha sido tan agotador que ya quiero que se acabe toda esta locura, pero mi visión de todo esto lo comentaré en otro post.
Me atreví a a escribir este blog, luego de ver la primera temporada en Netflix de The Bold Type. Coincidencia que me enganchen ese mundo editorial de las revistas y la moda? Claro que no, ya saben que amo con locura todo eso.
Me identifiqué en la serie con el personaje de Jackeline, la editora en jefe. Quizás porque uno de mis sueños no cumplidos aún, es trabajar en una revista de moda. Amo escribir y contar historias, por eso me animé a redactar este artículo.
Volviendo al tema de este blog. La verdad no sé ni tengo claro, si mi decisión de regresar a Barranquilla sea la correcta. Mis argumentos iniciales se caen por su propio peso. Pensaba que mi hija necesitaba tener cerca a su familia, vivir en una ciudad menos agitada que la capital y tener amigos, sin embargo, en casi un mes sólo he visto un par de veces a los mios. Esa familia numerosa de hace unos años, se disolvió con el miedo a la nueva normalidad.
Entonces me cuestiono, lo que estoy haciendo realmente vale la pena? No tengo la respuesta aún, sólo la certeza de que debo vivir el presente un día a la vez. Que mis decisiones, buenas o malas, me trajeron hasta aquí y me abro a este aprendizaje.
No sé si esta historia resuene contigo, tampoco sé que situaciones estás batallando en tu propia vida. Lo único que pretendo al contarte mi historia, es que sepas que no eres la única que no sabe hacia dónde va.
Un adagio popular dice que, el que no sabe para dónde va, cualquier camino le sirve. Hoy quiero darle un nuevo sentido a esta frase y decirles que, muchas veces no sabemos el camino para llegar a la meta. Nadie tiene la ruta perfecta, para algunos funcionará seguir en línea recta, pero otros, nos deleitamos con las paradas para observar el paisaje.
No puedo quedarme callada, debo expresar lo que siento y espero de corazón que encuentres tu propio camino!
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Milena Mendoza
Pensando en Voz Alta
9 de julio de 2021
Barranquilla-Colombia
